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domingo, 15 de julio de 2018

BUJALARO - ATIENZA - SIGÜENZA - PARQUE NATURAL BARRANCO DEL RÍO DULCE

Punto de partida y llegada: Bujalaro (Guadalajara) - Pueblos de paso:   Cendejas de Enmedio, Cendejas del Padrastro, Negredo, Rebollosa de Jadraque, Atienza, Cercadillo, Olmeda de Jadraque, Palazuelos, Sigüenza, Pelegrina, La Cabrera, Aragosa, Mandayona, Villaseca de Henares y Matillas  - kms de la ruta: 109,2 kms 
- Tiempo de la ruta: 9:23:15 h                                       - Tiempo de pedaleo: 7:00:05 h
- Velocidad media en movimiento:  15,57 km p/h         - Índice IBP: 94 BYC
Velocidad máxima sostenida:        62,67 km p/h         - Índice IBP fit: 69
Desnivel subida acumulado:      1100,17 m                 Desnivel bajada acumulado: 1069,67 m
- Bikers:  Javi Maqueda, Ullrich, Fernando y Ángel (elchatanga)

Para ver o descargar el track de la ruta pincha aquí


     Era una ruta ya planificada hace 2 años, que por unas cosas u otras todavía no había llegado a realizar. Podría resultar algo larga pero había que englobar todos los pueblos de encanto y el Parque Natural que ya conocía.
     El día elegido, el Domingo 15 de Julio. La hora a la que suena el despertador ya hacía presagiar que sería un día duro. Las 4 de la mañana y después de dormir tan sólo entre media hora y 1 hora, me levanto. Llamada despertador a Maqueda y desayuno algo. Tampoco me entra mucho a esas horas. Después de ponerme los atuendos ciclistas y tener colocados todos "los trastos" en el coche, salgo dirección a Navalcarnero, lugar donde teníamos pensado el agrupamiento. Aquí nos juntamos Ullrich, Javi y yo. En 2 coches salimos dirección a la Plaza Elíptica donde habíamos quedado con Fernando, ya que teníamos una plaza disponible. Ya eran pasadas las 5:30 cuando arrancamos dirección al pueblo de Bujalaro donde llegamos un poco por encima de la hora prevista.
Descargamos bicis y bla bla bla bla nos preparamos para partir. Una buena mañana en con apenas 9 grados de temperatura.
Casi a las 7:30, salimos pedaleando por el camino del río, donde en plena bajada las ganas que teníamos eran de encontrar sol y alguna subida para comenzar a calentar. Un frío que apenas nos dejaba pensar que estábamos a 15 de Julio.
     Cruzamos el río Henares y la vía del tren para enlazar con el camino que nos lleva paralelos al arroyo del prado en plena ascensión. Un camino por el que en tiempos jóvenes, la gente de Bujalaro se iba andando hacia el pueblo de Cendejas de Enmedio a las fiestas. Y pensar que cuando tracé el track por aquí, creía que iba a ser llano hasta Atienza. ¡¡¡¡Y lo que me quedaba por ver!!!!
     Después de 5 kms de tendida subida, pasamos por el pueblo de Cendejas de Enmedio en apenas unos segundos. Rápida bajada por asfalto en dirección a Cendejas del Padrastro, pueblo que pasamos por su calle mas distante para tomar un camino a la derecha, cerrado, que nos lleva a seguir subiendo entre montañas, esta vez. Comenzamos a entrar por el Barranco Galindo entre arboles y por un camino de piedras, que nos lleva por el arroyo de Cañadillas, librando tomar altura de lleno. En época de lluvias por aquí debe bajar agua a tope. Son 4 kms donde a Fernando le da tiempo a ponerme al día de su prueba la Titan Desert, jejejeeje. Mientras nosotros vamos en cabeza, el resto, no va muy retirado. El pueblo del Negredo (nombre que me viene a la mente de una prueba realizada no hace mucho, jajaja) nos recibe con una ligera cuesta que nos hace poner a prueba nuestro desarrollo a tope o casi a tope. Pasamos junto a la Ermita de la Soledad y la plaza del pueblo, saliendo por la calle Real. En apenas 1 km nos metemos en la CM-101 y en apenas 2, nos salimos por un camino a la izquierda.
     Bueno, un camino no se puede llamar, puesto que la vegetación era tal que llegaba a medio metro por el agua que ocultaban. Sólo se podía seguir por gps y porque se vislumbraba algún atisbo de que había pasado un vehículo no hace mucho. Por suerte para algunos (Ullrich y Fernando) no tuvieron que ver este tramo, ya que como se tomaron el tramo de carretera (antes mencionado) como si de una escapada se tratase, se alejaron tanto del grupo que fue imposible indicarles por donde tirar. La falta de cobertura por la zona nos hace mas difícil poder comunicarnos con ellos, por lo que seguimos el track que nos llevará de nuevo a la carretera en el momento en que estos llegaban allí.  ¡¡¡Que suerte!!!
     Reprimenda por el momento, jejejejeje y continuamos en grupo. Cada cual iba chascarrillo tras chascarrillo hablando con alguien. El tramo de carretera que nos tocaba ahora se nos hace a Javi y a mí un rato pesado. Pasamos junto al pueblo de Rebollosa de Jadraque, donde podemos ver una fuente aunque no tuvimos que hacer uso de ella.

Casi 7 kms de carretera, nos llevan hasta un desvío hacia la izquierda. La GU-224 nos lleva a pasar junto al pueblo de Cardeñosa, situado en un bajo. Giramos a la derecha para cruzar por el barranco de Valdelobillos donde podemos apreciar un par de Corzos que se dan a la fuga ante nuestra presencia. Pedaleamos por el Camino del Cid, que por lo visto hasta el momento, hace tiempo que no pasa mucha gente por aquí. Apenas 200 metros de carretera y retomamos camino, pero con cuidado, porque el terreno era tan pedregoso y en tal mal estado que la dificultad iba en aumento. Todo esto seguimos al gps, pese a que en algún momento había alguna duda.
     Entramos en zona de monte, entre chaparros y sin dejar de subir. Todavía no hemos tenido vista en el horizonte del Castillo de Atienza y ya llevamos cerca de 30 kms.

Terreno árido y camino con mucha piedra, nos llevan a la parte alta de un barranco, donde ahora sí, podemos tener a la Vista el pueblo de Atienza. Apenas 5 kms nos separan. Pequeña parada y continuamos rápidamente la bajada por el camino que nos conducirá hasta los pies del pueblo. El pueblo de Atienza está enclavado en una colina. Comenzamos la ascensión por la calle de las Herrerías para enlazar con la calle Pozuelo hasta aparecer en la Plaza de España. Un sitio muy bonito que merece la pena visitar con mas tiempo y sin bici. Aquí hacemos una parada para que Ullrich desayune (como buen alemán no deja pasar ningún momento para comer). Mientras tanto calienta dando vueltas a la plaza y retratando el momento. Javi aprovecha para descansar en el suelo y los demás, pues esperando al alemán, jejejeje.







     Arrancamos en subida pasando por un arco muy chulo que nos deja en la plaza de la Parroquia de San Juan Bautista, donde nos encontramos indicios de que hace no mucho se ha celebrado un evento de motos de trial con la posterior fiesta, donde una persona se estaba encargando de limpiar, o algo así, la cantidad de botellas rotas que íbamos esquivando. Fotitos de rigor, barritas y para arriba.
    La calle de Cervantes nos deja junto a unas tablillas de dirección en la que una de ellas nos señala la dirección hacia el Castillo, y como no, hacia arriba. Comenzamos ascensión junto a un entramado de columnas que van tomando altura. Estamos ya dentro del amplio recinto y ya podemos divisar la panorámica espectacular sobre nuestras cabezas. Dejamos el tramo de asfalto y nos salimos por la izquierda al pequeño camino que da acceso al Castillo pero que debido a su dureza y piedras sueltas, hay que tener cuidado a no patinar. Los de cabeza ya han llegado y se disponen a tirarnos las fotos a los de atrás.

Nos reciben unas sinuosas escaleras que no hay forma de subirlas montados, así que, dejamos las monturas a los pies del Castillo y nos metemos en lo alto. Las vistas espectaculares pero no eran todo lo alto a lo que llegaríamos. Nos adentramos en las entrañas de Torreón y subimos a su parte mas alta llegando a la segunda planta. Verdaderamente alucinante. Aquí podemos observar que hay una colina a escasos metros con subida también sinuosa en caracol que da a una casa antigua (no estaba previsto visitarla por lo que la aplazamos para otra ocasión). Fotos y mas fotos.
     Estaba claro que la ruta era de foto en foto. Después de esto comenzamos a descender por el paseo de la Iglesia de la Trinidad, donde salimos de su recinto por unas escaleras que nos llevan callejeando a bajar por un sinuoso camino entre la maleza que nos deja a los pies de la gasolinera. Aquí esperamos al mas rezagado que es Ullrich, que pocos momentos después se pierde. Mientras este intenta repostar en la citada gasolinera agua, nosotros nos metemos en el parque de la Ermita de el Santo que hay al lado, a la fuente. Un agua muy fresca. Mientras tanto Ullrich, no se percató de esto y salió escopetado parando en la rotonda de la entrada para llamarme. Risas y mas risas del grupo.

     Ahora nos toca tramo largo de carretera CM-110 con ligero aire de lado. Me cuesta llevar un ritmo bueno pero como soy el único que llevo el track y nadie hace locuras, jejejeje. O eso creia yo. Entramos en la CM-101 para, en el siguiente cruce, salirnos de nuevo a la izquierda por la CM-110. Aquí entramos ya en bajada de las buenas y la velocidad comienza a elevarse. Tal es así que me quedo el cuarto, siguiendo en todo momento el recorrido, ya que me comenzaba a cansar este tramo. Tal velocidad es que todos nos pasamos el desvío por el camino y tan sólo Ángel, Javi y yo damos la vuelta a tiempo. No hay manera de que nos escuchen los 2 de adelante. Este camino nos lleva hasta el pueblo de Cercadillo, el cual atravesamos callejeando por sus bonitas calles, donde la gente disfruta de la sombra en plena calle. Encontramos la salida del pueblo junto a la Iglesia, a la izquierda y paralelos a la carretera, hasta que observamos desde la altura, que esta se separa. Decidimos parar y esperar para ver si los "escapados" nos enganchan. Aquí no hay cobertura y va a ser difícil. En unos minutos aparece Ullrich, que tras preguntar a la gente del pueblo, consigue dar con nosotros. A Fernando no podemos localizarle y el alemán emprende su busca por otro camino que da a la carretera, pero tampoco da sus frutos. Estábamos perdiendo mucho tiempo y de repente entra una llamada en el teléfono. Hablamos con el desaparecido y da con nosotros, no estaba muy lejos.
     Tocaba pedalear hacia delante para intentar recuperar algo de tiempo, hasta que 2 kms mas adelante Ullrich pinchaba su bici de ciclocross. No había sido la idea mas acertada traer este tipo de bici por estos lugares. Ni el tipo de cámaras de repuesto que traía. Una llanta de doble pared de profundidad y había que poner una de válvula sencilla porque las buenas estaban en la furgo de Ángel. jejeje tenía gracia la cosa. Tras ver que tardaba algo mas de lo debido en arreglar el entuerto, vuelvo sobre mis pasos para echar una mano y tampoco lo consigo. Hasta que llega el mecánico oficial Ángel para intentar sacarle del paso. Para ello pone dos parches rápidos y al cabo de mas de media hora, seguimos nuestro camino. Los demás, habían aprovechado para refugiarse del sol en las sombras de la montaña. Atravesamos el pueblo de Olmeda de Jadraque por la calle Real.
Pero lo bueno no podía durar mucho y al cabo de 5 kms.........zassss, parada obligada a la sombra de unos arboles y en plena bajada de velocidad. Otra vez se venia abajo la rueda y eran los parches que debido al talco de la rueda, se habían despegado. Pues nada, truquito del "Personal Mecanic" y andando.

      Estábamos en Las Salinas de la Olmeda junto al Río Salado. Un lugar que admite visitas guiadas y que la verdad, te impresiona ver. Arrancamos ahora pedaleando por un camino ancho, en parte empedrado por tramos donde el ritmo es elevado pero en grupo. Este camino nos lleva a lo pies del pueblo de Palazuelos, único pueblo amurallado en su totalidad de Castilla La Mancha. Entramos por el arco que se encuentra a las puertas, llegando de inmediato a su plaza, donde su fuente nos da la bienvenida. Necesitábamos llenar los bidones y refrescarnos un poco. El calor, pese a no ser muy elevado y soplar un poco de aire, se dejaba notar poco a poco. Salimos por el lado contrario, por otro arco y contemplando la cantidad de gente que se iban dando cita para visitar el pueblo.
     Un camino ancho y rápido nos lleva entre fincas agrícolas hacia una montaña. Aquí podemos elegir una de las 2 antenas que se ven a lo lejos mientras nos vamos acercando para vislumbrar hacía donde nos lleva el track. Podíamos hacernos una idea, pero no teníamos ni idea, y eso era lo interesante de no conocer el recorrido. Rápido nos dimos cuenta hacía donde estábamos yendo. Un camino angosto de piedra suelta comenzaba a recibirnos. El pelotón poco a poco comenzaba a estirarse y ya no era una fila india,  jejejejejeje. Al coronar junto a la CM-110, compruebo que mis depósitos están vacíos y necesito ingerir alimentos. Tras ver el recorrido, nos lanzamos a altas velocidades por un tramo de una calle/carretera para cruzar la vía del tren y por fin, entrar en Sigüenza. Aquí es donde obviamos el recorrido original que trazamos y nos guiamos por el guía. Subimos por la calle Villaviciosa que nos lleva a la estrecha pero no menos bonita calle del Cardenal Mendoza. Escudos y nombre del pueblo están colocados en medio del suelo dándole un aspecto medieval total.
        


     Salimos junto a la Catedral de Santa María donde ya se nota el bullicio de los visitantes. Tienda de comestibles y parada obligatoria. Viandas y líquidos dulces para reponer fuerzas junto a la fuente de la Catedral. Aquí Ullrich se explaya comprando empanada para un regimiento, jejejeje. El descanso no dura mas de 15 minutos y continuamos nuestra ascensión pasando por la Plaza Mayor para subir por la calle Mayor. Una calle típica medieval que nos lleva sin descanso hasta el recinto amurallado del Castillo.
     Para bajar, lo hacemos por donde nos parece intentando acortar algo de recorrido callejeando por cualquier calle que fuese en dirección hacía donde teníamos que ir y salimos bien.
     Un camino en ascensión nos lleva hasta los pies de la carretera que nos llevará al Parque Natural del Barranco del Río Dulce. Poco transitada o mas bien pocos coches a nuestro paso porque ya estaban en el lugar de visita dadas las horas que eran ya. Carretera ancha que nos lleva hasta el Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente donde observamos una alucinante panorámica pero a su vez una decepción imaginada. Esta no era otra que La Cascada del Gollorio no tenia ni pizca de agua. Era una pena pero nos quedaba ver la cantidad de agua que llevaba el Río Dulce.

     Aquí, antes de montarnos en la bici, intentamos trazar por donde tenemos que pasar y nuestro recorrido tenia mucho e asfalto bordeando una montaña del Cañón para llegar a nuestro objetivo que era bajar el sendero desde arriba.
     Comenzamos a descender por carretera cuando Javi se da cuenta de un sendero que acortaba camino y que nos daría acceso a donde queríamos ir mucho antes de lo que esperábamos. La entrada en este, era sinuosa y un poco complicada, pues era para senderistas. Javi se lanza el primero teniendo que esquivar, o que digo, mas bien las senderistas le tuvieron que dejar pasar, jajajaja. Nosotros dejamos que pasen sin entrar a el y comenzamos a descender con sumo cuidado. Unos subidos y otros a pie, salvo Ullrich que volvía a las andadas y se quedaba arriba de brazos cruzados pensando que hacer. No era una bajada fácil para su tipo de bici pero es que no lo era para ninguno de nosotros y es cuando decide seguir por carretera el hipotético track que no llevaba. Quedabamos 5 bikers y otro a su aire. Continuará.........

En la parte baja no hay manera de seguir montado con lo cual opto por bajarme andando hasta el paso del agua. Un trazado contemplado por encima de unas piedras para que en caso de abundante cauce del río no pasar dificultades a la hora de pasar al otro lado. Cueston que hace que se suba haciendo empujabike hasta el punto en que Javi decide ponerse a grabar con la cámara y decido montarme para trepar literal mente por la pendiente del sinuoso sendero. Observamos el recorrido por el cual debemos de seguir hasta que en un momento dado aparece una panel que nos informa de los recorridos que existen desde ese punto. Y vemos que podemos recortar bajando hacia el río sin tener que subir hasta arriba para tomar el sendero que pensábamos. Todo bien señalizado entre los arboles donde vamos perdiendo altura, en tramos montados, en tramos a pie.
     Estamos ya en un tramo que es conocido por alguno de nosotros de la otra vez. El paso del cauce por las piedras algunos o hacen andando por el agua y otro por encima de las piedras. Comienza nuestra búsqueda de un lugar para darnos un chapuzón, no tardando mucho. Nuestro pensamiento estaba en ver como daba con el sendero Ullrich y como llegaba abajo. Ya me había comentado momentos antes que estuvo por la zona a pie, o sea que se lo conocía. Mientras tanto chapuzón va chapuzón viene en un agua de no mas de 10 grados, que me costó dejar para continuar la marcha. Estábamos cerca de la subida al pueblo de Pelegrina y con las piernas frías se me hace algo mas duro que la otra vez. En un principio la idea original era subir al Castillo pero dado su estado de ruina y lo elevado del terreno sumado a los 80 kms que llevábamos en las piernas, hicieron que ns parasemos a la sombra junto a la fuente del pueblo para respirar por un momento y ver que el alemán no venía. No había cobertura de móvil tampoco.
     Emprendemos bajada los cinco dándole caña a nuestras bicis junto a la ribera del Río Dulce llegando hasta el pueblo de La Cabrera. De repente nos sorprende oír el móvil de Ángel. Era Ullrich que como Ángel no le entendía. Acaban coincidiendo en que estamos en el mismo pueblo pero en distinto lugar y el alemán acaba de pasar por donde estábamos nosotros, lo cual no le es difícil volver a buscarnos. ¿Quedaría algún tramo mas donde no pedaleásemos los 6 juntos hasta el final de la ruta? Ya veríamos.
     Continuamos bajando a gran velocidad y recortando tiempo para parar a recargar los bidones en una fuente del pueblo de Aragosa. Otro bonito pueblo que merece la pena visitar. Pocos kms después entramos en Mandayona, donde tenemos que atravesarlo por sus calles para salir de nuevo a un camino por la derecha que nos lleva junto al Canal de Mandayona, que deja escapar algo de agua que tenemos que ir esquivando a nuestro paso. Nos acercamos a Villaseca de Henares pero sin llegar a entrar por sus calles y saliendo al paseo del pueblo de Matillas nos encontramos que hay una tierra de labranza que está siendo regada con un aspersor de gran cilindrada, jejejeje, que nos podía venir bien para refrescarnos. Menudo baño que nos dio. Entre que no regaba casi las plantas y echaba mucho agua fuera y que el agua lo tiraba a los arboles, nos sacudió agua por todos los lados, jajajajaja. Que chapuzón nos pegó. Cruzamos el pueblo y comenzamos nuestro peregrinaje junto a las vías del tren en paralelo al río henares durante unos 5 kms para llegar al camino del río y entrar en Bujalaro a eso de las 16:45 h y con 110 kms en nuestras piernas. Aquí Víctor, el hermano de uno de los del grupo y el mismo, nos habían preparado un piscolabis de lo mas grande. Y mira que les dijimos que no hacía falta. Son buena gente, muy buena gente.


     Un verdadero placer pedalear con vosotros chavales. NOS VEMOS EN RUTA