- Punto de partida y llegada: Morata de Tajuña (Madrid)
- Pueblos de paso: Perales de Tajuña
- kms de la ruta: 69 kms
- Fotos: Ángel L."elchatanga", Rober, Alberto Arevalo y Andrés Murga
- Crónica: Ángel L. "elchatanga"
- Participantes:
Ángel L."elchatanga", Rober, Alberto Arevalo, Andrés Murga, Alberto "contador", Manolo y Alejandro
- Fecha: 3 de Marzo del 2012
Amanece un día bueno, después de las lluvias caídas el día anterior, donde aún se puede notar las nieblas por la zona del Tajuña. Hemos quedado en el Helipuerto de Morata de Tajuña, donde poco a poco va llegando la gente a su hora. Unos nuevos y otros viejos, pero como siempre haciendo grupo. Al final nos juntamos 8 bikers (dícese de Roberto, Manolo, Andrés Murga, Alberto Arevalo, Alberto "contador", Alejandro Buendia, Ángel "elchatanga" y otro que todavía no llego a saber como se llama) para disfrutar de esta rutilla, que en su parte final Andrés nos la intentará hacer mas amena llevándonos por unos caminos entre Perales y Morata.
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Morata con niebla |
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Vista desde el Helipuerto |
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En plena descarga de las bicis |
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El grupo |
Tras la foto de rigor partimos por la Vía Verde del Tajuña (que discurre junto al río del mismo nombre en la Comunidad de Madrid por un agradable paisaje de vegas, es muy fácil de seguir, ya que toda ella cuenta con un firme de asfalto de inconfundible color rojo) hacia el pueblo de Morata que apenas dista de nosotros unos 600 metros. Estamos a unos 5º y hace un poco de frío, sobre todo en las manos y los pies, que me hace plantearme volver a buscar los guantes largos, que al final no hago.
Cruzamos por las calles del pueblo hasta encontrar de nuevo el suelo rojo característico de la Vía verde. Está vez si que he decidido hacer fotos, para lo cual y habiendo transcurrido los 3 km iniciales, me adelanto a coger una buena posición.
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El pelotón abrigado |
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Los escapados |
Después me cuesta un poco coger al grupo, donde cuando llego, me encuentro en cola de pelotón a Alberto "contador" visiblemente agotado debido a su inactividad. Me uno a él hasta Perales para darle fuerzas y unirnos de nuevo al grupo que están esperándonos en el cruce de la carretera M-302. Rodeamos el pueblo y empezamos a notar el sol sobre nosotros.
Al paso por el tramo de la antigua A-3, nos damos cuenta de que ya hemos calentado y comenzamos a rodar a una media superior a la que llevábamos hasta ahora. Cabe recordar que esta Vía Verde es para rodadores, donde no suele haber cuestas de importancia. Tan solo 2 ciclistas se cruzan en nuestro camino a la ida.
Entramos en las zonas de regadío que nos acompañan a ambos lados durante nuestro recorrido. Pasamos junto al complejo Cantaranas, que no le trae buenos recuerdos de comida a Andrés pero que comenta que para pasar unos días de descanso está bastante bien, además de tener un puesto de alquiler de bicicletas para cualquiera que desee recorrer la Vía Verde.
A estas alturas, Alejandro que venia predispuesto a no hacer muchos kms
por creerse que no podía aguantar, se da cuenta de que hoy tiene buenas
sensaciones y puede intentar acabar al completo la ruta. Pasamos por una pequeña área de descanso que tiene una fuente donde Alberto "contador" decide tomar un trago y descansar unos minutos. Para él resulta muy duro tener que pedalear tan continuo después de llevar mes y medio parado y malo.
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Una parada esperando a Alberto "contador" |
Aunque son varias veces las que hemos pasado por aquí, siempre resulta bonito ver este paisaje, con sus montañas, el río, sus pueblos y la cantidad de turistas que discurren por este recorrido.
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Lanzados en una curva |
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En apoyo de Alberto "contador" |
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Este tramo ya lo podían asfaltar |
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Los 3 de cabeza en ese momento |
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A la derecha el comienzo de la Vía Verde del tren de los 40 días |
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Zona compartida al trafico por la proximidad de las casas |
Llegados hasta aquí, el tramo que nos quedaba hasta Ambite, no me era familiar, ya que sólo había pasado una vez hace 6 años cuando la visité por primera vez. Todas las veces llegado este punto, me había tirado hacia el tren de los 40 días.
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El día pintaba chulo |
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Al fondo empezábamos a ver la niebla |
Alberto Arevalo gracias al spinning no dejaba la cabeza del grupo. Se notaba que había cogido forma desde la última vez que nos vimos.
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Alberto liderando el grupo |
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Zona en obras desde hace mucho tiempo |
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bonito sitio |
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Otra vez a abrigarse un poco mas |
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Esto es lo que se veía |
De pronto la niebla nos cubría por completo y el suelo estaba de haberte tirado toda la noche lloviendo. Luego también un tractor había dejado toda la Vía llena de barro y costaba rodar sin mancharte.
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Andrés había comenzado a tirar el cabeza |
Andrés había dejado aparcada su cámara para liarse a dar pedales y encabezar un grupo que ya había calentado. Su intención era llevarnos hasta una cueva que era parada obligatoria para la pertinente foto. Que nos sirvió para ponernos los pies tibios de barro y tener que limpiar las calas que no entraban en los pedales.
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Ese de las manos arriba es Andrés |
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La vamos a llamar la cueva de Andrés |
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Parece que están agusto |
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Cambio de toma |
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El pinar del final de la Vía Verde |
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La Merida estuvo en Ambite |
Al final después de 33 kms llegamos al final de la Vía Verde del Tajuña en el madrileño pueblo de Ambite, al pinar donde se encuentra el área de descanso. Los que empezamos, acabamos, sin ninguna baja y aguantando como campeones. Ahora a reponer fuerzas para la vuelta.
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Lo mejor de la ruta, el piscolabis |
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Andrés comienza a calentar después del parón |
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Rober "el tramites" |
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Manolo y contador |
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Alberto Arevalo quería mas kms |
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Alejandro junto a Andrés |
Después del parón, y para que se nos hiciera mas amena la vuelta, Andrés comenta que podíamos volver por el camino que discurre en la parte de abajo del área de descanso, justo pegado al río. Dicho y hecho, cambiamos de terreno por unos metros.
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Alberto se adelanta para hacer esta foto |
Retomamos de nuevo la Vía y Alejandro tiene un pequeño percance que le obliga a salirse del recorrido en una curva. Las risas entre los compañeros son evidentes, y él claro está también. Se había despistado. Cuando coge el ritmo no hay quien le pare.
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El rió que nos acompaña |
Tras pasar la pista de Pinball de Perales, llegamos a una curva donde Andrés nos descubre su recorrido sorpresa "Ruta del Bosque". Paramos a decidir quien va por la vía y quien por el camino. Al final todos juntos hasta el final por el camino.
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El terreno sorpresa de Andrés |
Llegados a Morata, algunos paran en un bar y otros continuamos hasta los coches. Había sido una ruta muy bonita y con compañía agradable.
Después de este día, he conseguido el reto que me había propuesto hace ya un año, cuando un 7 de Marzo decidí comprarme la MERIDA, hacer en un año 2000 km.
Buenos días,
ResponderEliminarPerdona que te escriba de forma pública pero no he encontrado otra forma de contactar contigo. Me gustaría que colaboráramos mutuamente intercambiando enlaces ya que tu blog trata de la misma temática que mi página.
Si estás interesado escríbeme a eva.paz.soto@gmail.com
Un saludo,
Eva