VIII LA VEREDA DEL FRAILE EN SONSECA (TOLEDO) 59 kms

- Punto de partida y llegada: Sonseca (Toledo)
- Kms: 59

- Tiempo pedaleando: 3:25:21 h

- Velocidad media: 17,02 km p/h

- Velocidad máxima: 56,8 km p/h

- Desnivel de subida acumulado: 520.6 m
- Desnivel de bajada acumulado: 512.25 m
- IBP: 36 BYC
- Bikers: Ángel L., Arevalo, Eljuli, Andrés, Alberto, Juanito, Maribel, Eljuly, Andrés Murga,  Pedro, Jorge  y alguno mas
- Fecha: 21 de Abril de 2013

    Por fin llegó el día. Tras mas de 1200 kms conducidos en 24 horas, me dispongo a prepararme para ir a la tan ansiada ruta, que llevo 1 año esperando, ya que el pasado no pude ir por no llegar a tiempo para la inscripción. Bueno por dejadez hasta el final. Son las 7 de la mañana y con apenas 5,30 de sueño, me levanto, preparo la ropa y parto hacia el punto donde habíamos quedado. Llego justo a las 8 donde ya me esperaba mi buen amigo Arevalo y minutos después recibo la llamada de mi otro buen amigo Eljuli diciendome que se aproximaban a donde estábamos.

  En el coche además de él vienen sus dos inseparables y también muy buenos amigos Andrés y Alberto. Nos unimos en carretera ya que ellos se conocían como llegar por haber ido el año anterior.  Estábamos a una temperatura de 6º, que aunque sabíamos que iba a aumentar, fresco hacía. En media hora llegamos al pueblo de Sonseca, donde lo primero que vemos a la entrada es un coche rojo aparcado en el arcén con un golpe y una chica sentada en una piedra, sensiblemente "perturbada". A esas horas no se levantaba precisamente. Al tema.

Paramos cerca de la calle Ramón y Cajal y nos desplazamos hasta el Polideportivo para recoger los dorsales donde además nos dan un culotte "de regalo" el cual por lo que comenta la gente anda pequeño de talla. Tuve constancia de ello una vez llegado a casa y probado.

Esos 3 pedazos de amigos

¿la portuguesa? que luego me dice que no voy a las rutas

     Volvemos a los coches, montamos las bicis y nos reunimos en la linea de salida con la gente habitual, Andrés y su Morlaka, Juan y su Comando, El July "CON Y GRIEGA", Maribel, Pedro, Jorge y muchos mas cuyos nombres no me acuerdo, mil perdones. El compañerismo, el de siempre, cordialidad, amabilidad y buen humor. Así da gusto pedalear con esta gente.

Alberto junto a Pedro

Ese par de amigos para siempre

Esos pedazos reporteros del grupo que valen un montón

     Entre risas y fotos llegamos a la hora de la salida que la hacemos tranquilamente por la calle Ramón y Cajal, pasando por Vereda Mazarambroz, Av. de Europa, calle Cristo, calle Don Cesar Perez, calle Rosario para coger la calle Muletera por el camino de Peñalagua donde dejamos el asfalto para entrar, en lo nuestro, en el camino.

         Entramos en una zona de asfalto que nos lleva hasta la aldea de Casalgordo por donde pasamos sin apenas darnos cuenta, hasta llegar a un camino de piedras, piedras donde un labrador "amablemente" nos corta parte del camino. Con tanta piedra, apenas había camino para ir 2 ciclistas en paralelo y bastante gente ha tenido que echar pie a tierra. Antes de llegar a la primera mini bajada del día, nos damos cuenta que del grupo que habíamos formado de 8 bikers, nos faltaba el líder, Eljuli. Aminoramos el ritmo y Andrés recibe una llamada de que se ha quedado a ayudar a Pedro que había pinchado. Nos emplazamos a esperarle en el primer cruce que hubiese km 14,5 Andrés, Arevalo y Ángel, para lo cual los demás continúan rumbo.

      Apenas 10 minutos después se une a nosotros Eljuli y emprendemos una "feroz" contrareloj para intentar llegar a la altura de "los escapados", donde me empieza a pasar factura el cansancio en las piernas. Con tanta piedra y la alta velocidad imprimida, me hace quedarme un poco descolgado de los 3. A duras penas por el terreno abrupto, otra vez de piedras, consigo llegar a la altura de otro buen amigo que había coincidido con el en la salida, Julio. Nos saludamos y continuo en mi alcance hasta cogerlos, pero tras pegarme a ellos en la bajada, llega la subida y ahora sí, ¡¡¡¡¡¡ ya no aguanto el ritmo impuesto !!!. Me descuelgo de tal manera que me parece imposible poder llegar, el agotamiento me hace bajar el ritmo, pero no por ello, dejar en mi intento. Me uno a rueda de un biker que llevaba una bici de descenso y vamos adelantando poco a poco durante 2 kms, hasta "que me lleva" a la altura de mis amigos, donde también están reagrupados los miembros de Comandos. Juntos subimos las primeras rampitas donde repecho a repecho llegamos a una zona de "tapón" que nos hace parar para entrar en fila de uno en un sendero muy chulo pero muy bacheado. Este a su vez nos lleva a parar a un cortafuegos que, en principio, nos deja helados.

Arevalo, a la dcha. en el cortafuegos

    No sin sufrimiento, pero mejor de lo visto, conseguimos llegar arriba de la primera cuesta donde nos encontramos con un biker en problemas, y como Eljuli no puede dejar a nadie sin socorrer, pues ahí se para y le ayuda. Con tan buena suerte que el troncha se le rompe y encima el argentino, una vez reparada la cadena,  se va sin darle las gracias. Vaya mosqueo. La cuesta abajo, seguramente por que no lo probé, nos hubiese dejado llegar a los 60 kms p/h si no fuese porque su pendiente era de aupa. Con todo esto solté los frenos a media cuesta y me lancé adelantando a todos por la izquierda, lo cual me ayudó a subir

Alberto coronando

bastante tramo de la otra parte de la cuesta. A regañadientes llegamos a lo alto apretando a los bikers que nos precedían y entramos en una parte de senderos muy chula también. Las bajadas eran, o las hacíamos, a gran velocidad, lo que nos ayudaba a adelantar a muchos bikers.

Maribel, toda una campeona

Juanito con los brazos en alto

  Parcialmente recuperado en este punto de mi estupenda  pájara, no iba tan mal. Todavía no me había bajado para hacer empujabike en ninguna ocasión. Parecía que mi frase "el límite está en la mente" estaba en lo correcto. Sufría llaneando y recuperaba bajando. Eso sí, mi compañero de rutas Arevalo, hoy sí iba como un tiro y me he pasado los primeros 30 kms chupando rueda. A sido increíble verle, por fin, en cabeza de grupo y sin sufrir ni un ápice. Que tío, así me gusta.

     En breve estamos en el avituallamiento, donde vamos llegando cada uno a su ritmo. Charlamos, descansamos y recuperamos un poco las fuerzas para en unos 15 minutos comenzar la segunda parte de la ruta. En este punto había una ruta corta opcional donde se acortaban 14 kms. Nosotros por el recorrido original entramos a lo poco, en la Vereda del Fraile, donde es casi imposible adelantar

y tienes que aguantas con el que te toque delante a su rueda. En algunos tramos tenemos que parar por tapones inoportunos pero rápidos. Son unos 5 kms donde la pericia y la técnica salen a relucir. Con muchos menos bikers y con mas distancia entre nosotros, sería mas bonito. Pero bueno, es lo que tocaba. En todo momento Andrés, que iba detrás de mí, nos iba radiando el camino, a la vez que grabándonos.

     Salimos de la vereda y nos encontramos con senderos y caminos para rodar donde el ritmo nuestro empieza a crecer. Alberto se nos comienza a quedar atrás y a Arevalo le cuesta coger el ritmo de Andrés, Eljuli y mio. Tal era, que en el km 45 vamos por un camino sin ninguna referencia de ningún biker ni punto de seguimiento y nos comemos un giro a izquierdas para tomar recto, bajando a gran velocidad. Me quedo sólo en cabeza seguido de unos 20 bikers y llegados a un riachuelo de unos 3 metros de ancho decido saltar con la rueda delantera con tal buena suerte, que sólo había una piedra y fui a dar con ella en la rueda para "reventarla", desinflándose a los pocos metros. Parado tipo formula 1, cambio rápido con la estimable ayuda de Eljuli, y cuando el grupito se dio cuenta de que ese no era el camino y volvían, nos juntamos a ellos para buscar la salida. No tardamos en verla gracias a los bikers que pasaban por la zona y otra vez a darle caña. Ahora sólo eramos 4 pero nos estiramos tanto que Arevalo se nos queda un poco. Íbamos a todo tren y claro, al final en los 4 últimos kms me desinflé totalmente. Arevalo consiguió cogerme y de buen amigo, se quedo conmigo hasta la meta. Ya no había mas fuerzas.

       El resumen que hago de esta marcha es que aunque tocado físicamente, en ningún momento me he tenido que bajar de la bici, pese a algún rato malo y la dureza y la belleza de este paisaje me ha ayudado a completar esta formidable ruta. Y que por fin, tengo compañero a mi altura que espero me acompañe en toda la cantidad de rutas que hagamos. Gracias a todos por el día tan bueno que me habéis echo pasar y NOS VEMOS EN RUTA. La organización ha estado de 10, y la comida del final junto con los sorteos genial.